En este edificio se apuesta por la renovación arquitectónica dentro del ámbito industrial recuperando la seda de la vanguardia internacional.
El funcionalismo tuvo una destacada incidencia en la arquitectura industrial de Navarra, gracias al destacadísimo papel jugado por tres notables arquitectos: Fernando Redón, Javier Guibert y Francisco de Inza, y de cuyos proyectos habría que destacar: Salvat Estella, 1968 y Mampsa hoy Grupo Mondragón Orkoien, 1970. Para la arquitectura industrial vasco navarra la fábrica Piher posee una alta significación en tanto que manifestación única del trabajo del estudio catalán MBM, uno de los más prestigiosos de la arquitectura española de la segunda mitad del siglo XX por el carácter decidido de su discurso arquitectónico moderno En el proyecto de Piher destaca el acierto en la definición de un contenedor industrial de planta rectangular resuelto con una imagen de rabiosa contemporaneidad, y ejecutado con una gran honestidad constructiva. Dispusieron un pabellón industrial caracterizado por las formas quebradas de las fachadas perimetrales a base de ladrillo visto y ventanales enmarcados en hormigón con lucernarios , condicionadas por la necesidad de conseguir una correcta iluminación de las naves, pero que a la vez contribuían a lograr una composición expresiva y alegre, como alternativa a la fórmula repetitiva imperante en la arquitectura industrial. La estructura de las naves se realizó con jácenas y pilares de hormigón, y armadura de acero sobre la que descansa la cubierta. Como consecuencia de esa solución compositiva, las cubiertas de fibrocemento asumieron un gran protagonismo al tener que adoptar una forma angulosa para dar respuesta al quebramiento de los muros. La fórmula de contenedor unitario fue muy acertada tanto para resolver el programa de la fábrica al crear un gran espacio en planta libre, que la hacía muy versátil ante los posibles cambios en los procesos de fabricación , como para suprimir el habitual cuerpo independiente destinado a oficinas. Este pabellón industrial se articuló con cinco naves paralelas, una para dirección, administración y vestidores, y las restantes para fabricación. Entre 1968 y 1969 se amplió con tres nuevas naves. También construyeron un edificio independiente para comedor, bar, portería y servicios, en el que aplicaron el mismo diseño que en el edificio industrial.