La fábrica promovió una colonia de viviendas, localizada en los barrios de Las Casas y Vista Alegre, para dotar a sus empleados de diversos servicios como club social, capilla, escuelas, cooperativa y cantina.
Cementos Portland, que hoy se encuentra fusionada con la firma Valderrivas, se constituyó en Pamplona en 1903, siendo una de las empresas pioneras del sector cementero en España. El prerracionalismo tuvo una destacada incidencia en la arquitectura industrial vasco navarra con tres ejemplos muy sobresalientes: Talleres de Guernica Ricardo de Bastida, 1916 , Babcock Wilcox Valentín de Vallhonrat y José y Eduardo Anduiza, 1919 , y la aquí seleccionada, que son propuestas claves en la arquitectura española contemporánea para la articulación del discurso moderno en el primer cuarto del siglo XX. Estos edificios responden a una lectura superadora del eclecticismo decimonónico, alineándose con la pauta marcada por el arquitecto Demetri Rives, expuesta en el VI Congreso Nacional de Arquitectura celebrado en 1915, a favor de la coherencia arquitectónica que se determina al relacionar sistema mecánico, materiales y finalidad. La fábrica primitiva constituye un destacado ejercicio de premodernidad cuya fecha exacta de construcción se desconoce, aunque podría situarse en torno a 1916 por las semejanzas estilísticas que guarda con Talleres de Guernica, de ese mismo año. Su planteamiento respira una cierta influencia modernista en la manera de ordenar los huecos, que se enmarcan con unas molduras curvilíneas y unos recuadros repetidos, y en los dos paneles cerámicos. Esta fábrica se articula como un edificio apaisado de gran desarrollo perforado por hileras de huecos continuas, construido con estructura de hormigón armado, que se deja vista, y bloques de cemento para los cierres de las fachadas. Adopta una composición simétrica en la que las esquinas se resuelven con dos torres idénticas rematadas a montacaballo, con dos paneles cerámicos que acogen el anagrama de la empresa. En el complejo fabril de Cementos Portland hay que destacar asimismo el edificio de oficinas y control y la báscula debido al arquitecto Fernando Redón de 1972, respondiendo a un sólido diseño brutalista que se encuentra entre los ejemplos más descollantes de la arquitectura española. La solución escogida fue construir un masivo edificio de hormigón visto chocado y tratado con chorro de arena hecho con piezas prefabricadas , que se aísla y defiende del entorno agresivo un volumen que se podría equiparar a una sólida roca de hormigón . Su forma es rectangular, con 81,90 metros de longitud y tres plantas, la primera de las cuales queda libre para aparcamiento de vehículos.