La centenaria fábrica de sidra El Gaitero es una marca que representa tradición empresarial, equilibrado aprovechamiento de los recursos de una tierra y símbolo de asturianía.
En Villaviciosa Asturias se encuentra el recinto fabril de La Espuncia que durante más de cien años ha elaborado millones de litros de sidra espumosa distribuídas por Valle, Ballina y Fernández S.A, en todo el mundo. Fundamentalmente es el continente americano con el que, desde 1890, ha estrechado vínculos afectivos a través de este valioso líquido. En 1891 se registró la marca EL GAITERO. En 1890 se constituye las Sociedad Regular Colectiva Valle, Ballina y Fernández que, tras reestructuración de participaciones por parte de Obdulio Fernández Pando, Alberto del Valle y Bernardo Ballina en 1895, se transforma en sociedad anónima en el año 1900. Durante este proceso, no cesa de incrementarse la demanda lo que obligó a aumentar la producción requiriendo espacios cada vez mayores y a cambiar de emplazamiento en varias ocasiones según las necesidades. En 1896 la empresa adquiere la finca El Porreu de La Espuncia donde dos años más tarde se concluye el primer edificio para elaboración de sidra y bodega. Sobre un recinto inicial de terreno de unos 10.300 m2 se construyó inicialmente un edificio de 70 metros longitudinales y 10 de ancho para lagar y otro departamento para los toneles que tiene otros 70 metros de largo por 14 de ancho. Hay otro departamento de igual y latitud pero dividido en tres, destinado a embotellar. La nave central con cubiertas a cuatro aguas sobre cerchas de madera se eleva algo más de un metro sobre los laterales, cubiertos con faldón plano de menor pendiente y las tres se cierran con muros de carga de doble panel de mampostería relleno de serrín. Madera y piedra son los materiales protagonistas y los sistemas constructivos los que se derivan de la tradición en la utilización de estos elementos. Los envases de vidrio que inicialmente procedían de Barcelona pasan a fabricarse en Gijón en 1900 y quince años después se acomete la fabricación de botellas en el propio recinto. Testimonios de esta etapa lo encarna la hermosa chimenea que se conserva en la actualidad. Las edificaciones se disponen a lo largo de un solar de forma rectangular. Hacia el centro se sitúan las naves más antiguas de elaboración y bodegas, inicio y razón de ser de todo el conjunto. Al este la zona de recepción, pesaje y lavado del fruto. Al oeste, el muelle para embarque de mercancía listo para su exportación. Al sur, a unos ochenta metros de las naves principales, el antiguo edificio de oficinas para dirección y administración de la empresa. Entre este edificio y el principal central, talleres de madera para construcción de barriles y cajas de embalaje con serrería y almacén de madera. La zona de llegada y lavado de la manzana consiste en dos planos inclinados hacia un reguero central por donde circula agua y se recoge el fruto limpio para elevarlo hacia la zona superior de la nave de elaboración, desde donde se distribuye a las trituradoras situadas en el nivel intermedio. Todos estos edificios se caracterizan por su extremada sencillez, funcionalidad y naturalidad constructiva propia de un racionalismo industrial sin concesiones a la ornamentación o a planteamientos estéticos ajenos al consecuente resultado formal. En este sentido, el conjunto es comparable en lo más esencial de la arquitectura popular.
1 julio a mediados Septiembre: Lunes a Viernes: 10.00 a 13.30 h y 16.00 a 18.30 h Sábados: 10.00 a 13.30 h Resto del año: reservar cita previa.