La antigua Estación de Chamberí y la Nave de Motores de Pacífico constituyen hoy los centros de interpretación de Metro.
El crecimiento de Madrid y su tejido industrial ha estado siempre ligado al crecimiento del Metro como propulsor de la movilidad urbana y el desarrollo tecnológico. La aportación de Metro al patrimonio industrial de Madrid está bien representada por la Nave de Motores, donde se conserva intacta una Central Eléctrica propulsada por motores Diesel que fue instalada principios del siglo XX. Dicha central, que tenía como misión principal suplir la falta de suministro por parte de las compañías Unión Eléctrica Madrileña, Hidráulica Santillana e Hidroeléctrica Española, garantizó el servicio regular en la línea 1 de Metro e incluso suministró energía a dichas compañías durante las épocas de estiaje. En 1972 cesó la producción de energía por el Metropolitano y su cierre definitivo se produjo en 1987. El edificio que alberga la central fue proyectado por el arquitecto Antonio Palacios, autor de algunos de los edificios madrileños más significativos de la primera mitad del siglo XX, que también intervino en todos los aspectos decorativos y acabados de las primeras estaciones y edificios auxiliares de Metro. La nave de Motores ha sido restaurada gracias a un convenio suscrito al efecto entre el Ayuntamiento de Madrid y Metro, recuperándose tanto la primitiva imagen del edificio como el extraordinario conjunto de maquinaria mecánica y eléctrica que alberga en su interior. La estación de Chamberí, conocida como la estación fantasma , es una de las nueve estaciones del primer tramo de la línea 1 de Metro Sol Cuatro Caminos inaugurado en 1919 y constituye la única muestra conservada del estilo sobrio, funcional y sugerente con que fueron concebidas por sus deseadores, los ingenieros Otamendi, Mendoza y Echarte junto al arquitecto Antonio Palacios.
Viernes 11:00 a 13:00 y 17:00 a 19:00 h. Sábados, Domingos y Festivos coincidentes: 10:00 a 14:00 h.