Supuso un revulsivo económico para la comarca en el momento de su creación y, en la actualidad, su recuperación es importante a nivel patrimonial
En 1870 Juan Giner fundó una colonia fabril a 4 kilómetros del centro urbano de Morella, sobre el río Bergantes, siguiendo el modelo de las colonias que se formaban en Cataluña, sobre el río Llobregat. En 1873 se terminó de construir el complejo que incluía la fábrica y las viviendas obreras. Junto a las naves industriales se situaba el salto de agua que proporcionaba energía, si bien ante la escasez de caudal se hizo necesario instalar una máquina de vapor de 80 CV que funcionaba con tres generadores. La colonia propiamente dicha tenía capacidad para albergar a unas veinte familias de trabajadores. La empresa se dedicó principalmente a la fabricación de fajas de lana, si bien no se realizaba el ciclo completo en la fabricación de las mismas, siendo su actividad principal el tejido y en menor medida el hilado. Así, parte de la lana se traía ya hilada de Sabadell y Terrassa, realizándose en la fábrica la selección de la lana, el escaldado, lavado y teñido. Había un total de ocho selfactinas para el hilado y cuarenta telares metálicos. La factoría se abastecía también de trescientos telares manuales ubicados en viviendas particulares de Morella, a los que el empresario suministraba la lana. En 1907, tras la muerte de Juan Giner, sus hijas mantuvieron la fábrica hasta finales de la I Guerra Mundial, si bien durante la posguerra y con la crisis la fábrica sólo pudo resistir hasta 1920, momento en que se produce el cierre y se desmantela la maquinaria. Ésta fue adquirida en su mayoría por otros industriales que iniciaban en ese momento su actividad, conservándose tan solo los edificios y la chimenea.