En 2007 el Concell de Mallorca convocó un concurso internacional de ideas para reconversión en museo de este excepcional ejemplo del patrimonio industrial de las Islas Baleares.
La Central Térmica de Alcudia se construyó entre 1955 y 1958 por iniciativa del INI Instituto Nacional de Industria. El arquitecto encargado del proyecto fue Ramón Vázquez Molezún, uno de los más brillantes arquitectos españoles de la década de los 50. El conjunto de la Central es uno de los ejemplos más importantes de arquitectura industrial de las islas Baleares. A diferencia de muchos de los restos industriales que encontramos actualmente, éste añade a su valor documental e histórico un claro valor arquitectónico. En el diseño del edificio principal está presente la línea de modernidad que caracteriza toda la obra de Vázquez Molezún. La estructura es de hormigón armado y los muros de ladrillo. Una serie de armaduras metálicas a modo de jácenas de alma llena , sustentan las viguetas de hormigón prefabricado sobre las que apoya la cubierta. Cada parte del edificio se expresa de manera independiente. Actualmente la Central está abandonada. Sus grandes dimensiones han convertido el complejo en un elemento de discontinuidad en los recorridos del entorno, y su estado de abandono es aún más evidente a causa de la posición dominante del edificio en la bahía. En el interior, además del panel de mandos, aún se conservan muchos de los elementos de la maquinaria original, que convendría inventariar y proceder a su restauración antes de que el tiempo haga más estragos en ellos. Al exterior, las dos altas chimeneas de ladrillos refractarios se asoman por encima del abandono y las instalaciones portuarias convirtiéndose en un referente a nivel territorial.