PATRIMONIO INDUSTRIAL

100 ELEMENTOS DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL

Fábricas de armas de Asturias: Trubia

A lo largo de cuatro siglos del XVIII al XXI, las fábricas de armas de Trubia y de La Vega han tenido un papel trascendental y fundacional en la historia industrial de Asturias.

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Descripción

El discurrir de la fábrica de armas de Trubia aparece salpicado de sucesivas reorganizaciones, modernización de infraestructuras y maquinaria, construcciones y reconstrucciones, pero también de las luchas y los desarrollos del capital humano a ellas vinculado.

En la entrada en funcionamiento de la Fábrica de Armas de Trubia, inicialmente denominada como Real Fábrica de Municiones Gruesas de Hierro Colado, tuvo una esencial relevancia el Dictamen que el Ingeniero de Marina Fernando Casado de Torres emitía el 5 de septiembre de 1792, en el cual aconsejaba como lugar más adecuado y ventajoso para tal establecimiento el punto de unión del río de Trubia con el Nalón. Emplazada en la parroquia rural de Santa María de Trubia, distante unos 12 Km. de Oviedo, se iniciaban, siendo director el coronel de artillería Francisco Vallejo, las obras de infraestructura y acondicionamiento, talleres, almacenes, viviendas y equipamientos sociales.

Entre los años 1795 y 1796, fueron construidos dos hornos de fundición, Volcán e Incendio, el primero de los cuales entraba en funcionamiento el 11 de mayo de 1797, utilizando cok, obtenido de carbón de piedra. No obstante, la época de modernización, auge y prestigio de la Fábrica de Trubia tras los años de inactividad a que se vio obligada tras el cierre motivado por la invasión francesa en 1808 no llegaría hasta los años posteriores al 1844, a partir del nombramiento como director del establecimiento del general vasco Francisco Antonio de Elorza y Aguirre, a quien fue encomendada la reforma de una factoría que hasta entonces se había visto inmersa en un modelo protoindustrial. Esta debería desde entonces, no sólo fabricar municiones, sino también fundir cañones de hierro junto a proyectiles, corazas y fusiles. Fue necesario hacerla resurgir prácticamente como un establecimiento de nueva planta, dotarla de infraestructuras de mayor envergadura y de nuevos medios que trajeron consigo toda una transformación fundamental para la siderurgia, mejorando el abastecimiento de materias primas, el sistema de comunicaciones, mecanizando a gran escala la producción, y construyendo dos hornos altos; Daoíz y Velarde, racionalizando el proceso productivo y creando la primera Escuela de Formación Profesional Obrera del país.

En Trubia se adoptó un modelo mixto de fábrica y poblado, construyéndose, junto a los edificios fabriles, pabellones de oficiales, cuarteles para operarios, la casona del director o Palacio, cantina, o cementerio junto a jardines, plazas y paseos arbolados que han sido objeto de sucesivas remodelaciones añadidos a lo largo del siglo XX. A todos estos elementos se añade el barrio de Junigro, construido en 1861 para residencia del proletariado, embrión del futuro centro urbano de Trubia al que se irían sumando el barrio de Cataluña, las viviendas del Borrón, así como los barrios de Soto y Coronel Esteban I y II.

Horarios

No es visitable. En caso de interés ponerse en contacto con el departamento de comunicación de la empresa.