Fundición Averly es un conjunto industrial que ha estado en activo hasta el año 2013. Sus orígenes se remontan a 1863 y es quizá la única empresa de Aragón de cierta importancia que ha mantenido su ubicación, sus edificios y su actividad por un periodo de tiempo tan dilatado; además de sus métodos de producción y productos, por lo que presenta un alto grado de integridad y de autenticidad.
Antonio Averly, ingeniero industrial francés, llegó a Zaragoza en el año 1853 como parte del cuerpo técnico que puso en marcha Sociedad Maquinista Aragonesa, primera fundición abierta en la capital de Aragón. En el año 1863, Averly abrió su propio taller de maquinaria en la calle de San Miguel, como sucursal de Maison Averly de Lyon, empresa metalúrgica dirigida por su hermano Víctor. En Zaragoza, Antonio Averly se dedicaba fundamentalmente al montaje de la maquinaria importada, a la realización de proyectos y dibujos y a la reparación de piezas de maquinaria. Al principio de la década de los setenta del siglo XIX, el volumen de negocio posibilitó a Antonio Averly iniciar una nueva etapa de expansión. En 1875 constituyó la sociedad Juan Mercier y Cia., con Juan Mercier también ingeniero francés, para fundir todo tipo de piezas metálicas y reducir la dependencia de la casa citada. Esta unión pervivió hasta el año 1880, momento en el Averly abrió unos nuevos los talleres en el extrarradio de Zaragoza, en la denominada Ronda del Campo Sepulcro, cerca de la estación de Madrid, donde se mantienen hasta la actualidad. En esta nueva ubicación, levantó una villa factoría, tipología propia del siglo XIX, que combinaba la vivienda del propietario con las dependencias industriales. Todo ello rodeado de un romántico jardín. Esta nueva instalación supuso una ampliación cuantitativa y cualitativa de la empresa, con mejores medios de producción y ampliando el proceso de producción a las secciones de ajuste y calderería, fundición y carpintería. La gama de productos fabricados por Averly fue muy amplia, variando en el transcurso del tiempo aunque se especializó tanto en construcción mecánica como en construcción metálica. Dentro de la primera, destacaba por sus turbinas y dentro de la segunda por una amplia gama de mobiliario urbano. Asimismo importaba y distribuía todo tipo de aperos y maquinaria agrícola, segadoras, sembradoras y arados, entre otras. Como consecuencia de la finalización de la actividad industrial, el Gobierno de Aragón ha declarado Bien Catalogado parte de las instalaciones de Fundición Averly en el año 2014. La citada protección abarca la vivienda y el jardín de los propietarios, la nave de ajuste y el archivo con todo su contenido a lo que se suma una muestra de modelos y piezas concluidas que todavía permanecían en los talleres. Entre las muchas piezas interesantes que posee, podemos citar un motor eléctrico de la primera generación, varias autoclaves, reguladores de Watt nuevos y un locomóvil en perfecto estado.
Recientemente ha cesado la producción. No tiene visitas.