El Puente Vizcaya, el gigante de hierro que une Portugalete y Getxo en la desembocadura del Ibaizabal desde hace más de un siglo, fue declarado el 12 de julio de 2006 Patrimonio de la Humanidad por el Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO en la reunión celebrada por este organismo en Vilna, Lituania.
Obra de un arquitecto español, Alberto del Palacio y Elisague y un ingeniero francés Ferdinand Arnodin, el puente es una de las construcciones más sobresalientes de la Revolución Industrial europea y de la Arquitectura del Hierro. Armado en 1893, siendo totalmente representativo de unos materiales, una técnica y estética singulares, se ha mantenido siempre en un estado de conservación tan correcto que nunca ha dejado de funcionar y aún sigue cumpliendo con extraordinaria eficiencia su objetivo inicial. ¿Pero, en que consiste materialmente el Puente Vizcaya? El Puente Vizcaya es un puente trasbordador de peaje, concebido, diseñado y construido por la iniciativa privada entre 1887 y 1893. Consiste esencialmente en una superestructura metálica de tipo marco sustentada por cables de acero y estática, sobre la que evoluciona un sistema móvil que está formado por un carro que rueda a gran altura a fin de no interferir en la navegación, y del que pende una barquilla capas de transportar una docena de automóviles y dos centenares de personas. Este conjunto móvil enlaza ambas orillas de la ría con un ritmo constante e ininterrumpido, tanto de día como de noche. Es trata de un elemento estructural puro, realizado en hierro laminado y desprovisto de cualquier revestimiento decorativo. Es un puente colgante, en el que dos pilas dobles de celosía metálica, una en cada ribera, elevan los cables hasta 61 m de altura. Dichos cables se anclan en ambos extremos en macizos de cimentación situados a unos 110 m de distancia de las torres. Entre los dos pilares los cables se tienden sobre el río formando una parábola de la que cuelga el travesaño superior: una viga de celosía de 160 m de luz, situada a 45 m de altura. Este travesaño tiene la rigidez necesaria para que, al cruzar la barquilla que cuelga de él, la ley de cargas variables no modifique la forma del cableado. La barquilla cuelga de un carretón que se desliza por tracción mecánica, mediante un sistema de cables cruzados que impiden los movimientos horizontales no deseados. Aunque en su concepto de diseño original se incluía la posibilidad de acceso publico a lo alto del tablero con fines lúdicos, este servicio complementario sólo fue operativo al comienzo de su vida, durante breve tiempo, hasta que en la reciente reparación profunda del puente 1999 , se incluyeron medidas de seguridad y acceso para que esta posibilidad fuera una opción real. El único cambio importante en toda la historia del Puente Vizcaya estuvo provocado por la Guerra Civil española. El 16 de junio de 1937 se produjo la voladura controlada que desplomó la viga travesaño. Fue reconstruida en 1939 bajo proyecto y dirección del ingeniero José Juan Aracil. La importancia excepcional del Puente Vizcaya, además de por su condición de superviviente cualificado que ha logrado superar todos los desafíos históricos, debe medirse no sólo en comparación con los otros grandes puentes metálicos de la Revolución Industrial, cuya línea de evolución completa, sino también con la larga saga de los puentes transbordadores del mundo de la que él mismo fue fundador.
Sigue funcionando como puente transbordador. Es posible cruzarlo por su parte superior. Lunes a Domingo: 5:00 hasta las 22:00